Es el siglo XIX el que le da apertura al avance de la aeronáutica que permite la aparición de las aeronaves no tripuladas que conocemos hoy día como drones. Los primeros modelos de aeronaves no tripuladas fueron construidas por pioneros tecnológicos como Cayley, Stringfellow, Du Temple. Incluso Nicola Tesla estuvo desarrollando prototipos de aeronaves no tripuladas y aseguró durante una conferencia internacional que eran el futuro de la aviación, por encima de los dirigibles que lideraban los avances aéreos de la época.
Hay quienes especulan aún más sobre los primeros diseños de drones, mencionando a Leonardo Da Vinci, como el primer drone creado. Pero esto puede ser sólo una interpretación ya que su diseño del invento quedó en un boceto a mano alzada. (ver imágen).
Tanto la carrera comercial como los avances de la guerra promovieron el desarrollo de armamento controlado de manera remota. Los torpedos precedieron a los misiles crucero y estos fueron los primeros pasos de las aeronaves no tripuladas. Sin embargo, es en la década de los 90’ en que vemos por primera vez utilizarse el término de vehículo aéreo no tripulado durante la guerra de Vietnam, cuando fue usado con fines estratégicos y de reconocimiento.
La definición más aceptada para aeronaves no tripuladas, en inglés Unmanned Aerial Vehicle (UAV) las define como: “Un vehículo aéreo motorizado que no lleva a bordo a un operador humano, utiliza las fuerzas aerodinámicas para generar la sustentación, puede volar autónomamente o ser tripulado de forma remota, que puede ser fungible o recuperable, y que puede transportar una carga de pago letal o no”.
El Drone y su comercialización masiva
En la actualidad, se producen UAV’s en grandes cantidades y se comercializan con fines fotográficos profesionales y también recreacionales. Aunque su uso más específico y útil continúa siento el militar, de vigilancia de cultivos agrícolas y tránsito vehicular.
Los modelos más modernos, incluyen cámaras en alta definición con gran capacidad para hacer enfoques y encuadres sumamente complejos, cámaras infrarrojas para hacer topografía y están diseñados para soportar carga no mayores a 20 kg.
Hoy en día, un Drone puede ser un regalo de cumpleaños para un familiar, un instrumento de trabajo para un profesional de los medios audiovisuales, una herramientas para las fuerzas de seguridad o para usos institucionales o militares.
Se consiguen a precios accesibles en grandes shoppings y tiendas online, cómo también se realizan diseño y equipos de tecnología avanzada con fines específicos.
UAV y RPA, ¿Cuáles son las diferencias de estos tipos de drones?
Existen varias definiciones a considerar cuando se trata de drones. Inicialmente, se debe diferenciar entre UAV y RPA (Remotly Pilot Aircraft). Los primeros, son modelos exclusivamente de uso militar, en cambio los RPA cuentan con permisos civiles y necesitan acompañamiento por parte un humano, a diferencia de los UAV que son controlados por comandos de computadora. La mayoría de los RPA necesitan de dos personas, un operador del Drone y otro especialista que se encargue de encuadrar las tomas. Es necesario que sea un trabajo sincronizado para lograr resultados eficientes.
Un recurso muy útil para fotógrafos y expertos en imágen
Estos equipos no sólo son un juguete para algunos aficionados que desean explorar con el manejo de la aeronave sin triplación mediante el control remoto.
Como mencionamos anteriormente, es una herramienta de trabajo profesional para fotógrafos y para productoras de los medios audiovisuales.
Su versatilidad, calidad en 4k para filmación y software adaptable y programable permite que las agencias creadoras de contenidos utilicen los drones para promocionar eventos, shows y específicamente en el rubro de la construcción se ha notado un boom muy notorio en los últimos años. Al evolucionar las prestaciones de los equipos, la creatividad de los expertos en imágen encuentra todo un mundo de despliegue para ofrecer nuevos servicios. Como por ejemplo el caso del registro de obras con drones, que se basa en captar el proceso de una obra o monitorearla para ofrecer seguridad a la empresa constructora o al estudio de arquitectura que participa del desarrollo inmobiliario.
